sábado, 19 de octubre de 2013

El Fútbol que jugamos los cristianos

Ayer estaba pensando algo acerca de la iglesia como organización. Veía a las diferentes denominaciones como equipos de fútbol, solo que como hermanos, a veces no nos damos cuenta que todos pertenecemos al mismo equipo. Hemos creado tantas reglas, hemos abrazado nuestras tradiciones tan férreamente, que cuando vemos a un jugador con una camiseta de distinto color , automáticamente pensamos que es nuestro adversario.

La realidad es que en este juego de fútbol llamado evangelismo, si, hay muchos equipos, si, hay diferentes camisetas, unos testigos de Jehova, otros adventistas, otros mormones, otros católicos, otros pentecosteses, bautistas y un interminable, etc, etc, etc, pero nuestro adversario, no son los miembros de los otros equipos, globalmente, todos jugamos el mismo juego, y el que está al otro lado de la portería es Satanás, que no solo tiene cegada a la humanidad ignorante del evangelio, no, el mayor triunfo del diablo en el presente, es hacer creer a los jugadores, que el partido es contra ellos mismos. 

Así, gastan su valioso tiempo peleando entre ellos, discutiendo asuntos irrelevantes como la vestimenta, los días de la semana, el alimento o quien ira al cielo y quien al infierno. En el engaño, los jugadores creen que están cumpliendo su misión en el mundo.
Pero eso es mentira, y al desgastar su fuerza, peleando batallas entre ellos mismos, discutiendo las reglas del juego y enojados por como el equipo contrario se equivoca jugando el juego, su amor se enfría mas y mas y su verdadero adversario sigue ganándoles terreno.

Espero un día todos se unan y logren ver, que ser "cristiano" no es una serie de reglas y protocolos, tampoco es poseer la verdad absoluta de como vivir la religión. 
Ser cristiano, al menos para mi es, simplemente creer en el sacrifico de Jesús, tener fe y esperanza para acceder a una eternidad junto a él, y por amor y gratitud, día a día buscar amar a los demás al menos un poco mas, tal y como él nos amo. Buscarlo cada día y esperar en él, confiar en el, aprender de él y con él y creer que eso me llevará a algún día a ver su obra completada en mi vida y en la de otros.

Se que todos son mis hermanos, se que no debemos juzgarnos unos a otros y debemos soportar las debilidades los unos de los otros. Aun hay muchas cosas que yo no comprendo, pero lo que si sé es, que como quizás en otras palabras, escribió Rick Warren una vez, puedes equivocarte de carrera, puedes equivocarte de pareja, puedes equivocarte de congregación, puedes equivocarte en cada decisión que tomes en la vida, pero nada de eso tendrá relevancia, mientras al tener tu oportunidad de elegir, elijas al salvador correcto. Cristo, Jesús.

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